"Señor, reconozco que el hombre no es dueño de su camino,
ni del que camina dirigir sus pasos" (Jeremías
10:23).
A veces pensamos que sí, que
el hombre es dueño del universo; al
menos del universo de su propia vida. ¿Acaso no le concedió Dios la
prerrogativa del libre albedrío? ¿Ni es él el que decide finalmente su destino,
de acuerdo a sus elecciones en la vida? Si bien es cierto que el hombre decide
entre la derecha y la izquierda, entre el norte y el sur, entre el bien y el
mal, no está en su mano definir estos parámetros, no puede ver mas allá de lo
que está delante de sus ojos, ni puede generalmente cambiar las circunstancias
que rodean sus decisiones.
Nadie puede cambiar las leyes del universo ni a
favor ni en contra, ni siquiera con el mejor de los propósitos; solo puede
tomar una decisión al respecto "dadas las circunstancias". Tampoco
puede simplemente actuar así o de éste otro modo. "Hay una ley en mis
miembros - declara el apóstol-, que me "hace hacer" lo que no quiero
y me "impide hacer" el bien que quiero. En otras palabras, el hombre
está también sujeto a su propia naturaleza. Sólo el poder de Dios actuando a
través de él puede producir una pizca o una montaña de bien. Y en éste último
sentido, tampoco es "señor de su camino".
Y esto nos acerca al otro
aspecto importante de la segunda parte del versículo. Nadie puede gloriarse de
su fuerza de voluntad, de su bondad intrínseca, de su astucia o sabiduría y ni
siquiera de su montaña de fe para alcanzar el triunfo en su vida
cristiana. ¿Quien puede echar a andar
todos los complicados procesos cerebrales mancillados por el virus del mal?
¿Quien puede "pegar" los pedazos rotos del corazón quebrantado por
esa "caída al pecado" tan espectacular hace seis milenios?. Mejor
confiar en la obra de sanidad divina. Mejor es decir con el salmista:
"Crea en mi, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu
recto dentro de mi" (Salmo 51:10). Y otra vez: "Ordena mis pasos con
tu palabra" (Salmo 119:90).
Gloria
Lozano-Castrejón
No dudes en suscribirte a éste blog y seguirme por correo
electrónico, para que no te pierdas ninguna actualización, las cuales estoy
seguro te ayudarán mucho en tu diario vivir. Por supuesto invita también a tus
amigos a unirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario