"Nadie tiene más amor que
éste, que alguien ponga su vida por un amigo". Cuando se entrega
voluntariamente la propia vida para librar de la muerte a un semejante, no
puede haber otro principio generador que el amor. Fue por amor que nuestro Salvador
Jesucristo dio su vida en propiciación por nuestros pecados y ahí nos libró de
la muerte eterna.
A grandes problemas, grandes
soluciones. Pero, ¿Quién podría ponerle atajo a la muerte?. Solamente el autor
de la vida, quien por amor perdona al rebelde y lo establece nuevamente en esa
reunión de amor. Ninguna otra cosa puede hacerle frente a la muerte y salir
victoriosa. Se necesita algo igual o más fuerte que ésta para vencerla. Su hay
algo más fuerte, el amor.
Pareciera que el sacrificio de
Cristo es inútil y tal vez desproporcionado por una raza humana que en su
mayoría lo desprecia, pero luego de su regreso a ésta tierra todos los
redimidos coincidirán con la sensatez de la locura de su muerte, y él mismo
verá el trabajo de su alma "y será saciado".
Visitarnos en: www.radionomy.com/lamparaamispies
No hay comentarios:
Publicar un comentario